MAXINE ÁLVAREZ |Mexico
18 JUNIO | Livestreaming Workshop 11:00am (Mexico)/18:00 pm (Europeo)
MAXINE ÁLVAREZ
La historia de la tierra que se convierte en cerámica.
Formas sinuosas y simétricas. Un equilibrio perfecto entre fuerza y dulzura, entre geometría y arte. Estas son las cerámicas de Maxine Álvarez, la unión armoniosa entre materia y creatividad.
Nacida y criada en México, siempre ha estado rodeada de un entorno artístico, lleno de ideas, imaginación y genio creativo, también gracias a la actividad de su padre, la pintora Maxine Scherb.
La ceramista comenzó su carrera en 2014 después de mudarse a Los Ángeles, California, después de graduarse en literatura. Un viaje que la lleva a sumergirse por completo en el arte de la cerámica.
Una pasión que brilla en cada una de sus creaciones y que expresa, en cada centímetro de arcilla, la continua investigación y exploración del material en sí.
La comprensión de la masa, sus características, su maleabilidad y resistencia, son la base del trabajo de cada artista.
Una fusión entre técnica y creatividad que se manifiesta como la máxima expresión en su cerámica.
Líneas finas que transmiten solidez, quietud y silencio. El único sonido permitido es el del torno, un instrumento que da voz al asunto y a la historia intrínseca que contiene. Porque la arcilla tiene recuerdos. Contar una historia. Una melodía que late al ritmo natural de la tierra, reflejando en cada parte la conexión íntima entre el suelo y todo lo que vive y fluye en él, agua, tierra, fuego y aire.
Cada pieza proviene de la relación personal del artista con el material en sí. Las manos siguen la misteriosa historia de la arcilla y dan forma a un nuevo capítulo.
Y así, quien lo posee, comienza una historia íntima y única con el objeto, que deja su historia pasada para convertirse en una parte integral de algo nuevo y de la vida de quienes lo eligen.
Fuerza, acción y sonidos de lugares distantes. En las creaciones de Maxine Álvarez, se reviven las experiencias vividas por el material de las cuales provienen. Un viaje a través de la tierra, que se forma y se recrea a partir de ella misma, transformándose de barro en pequeñas piezas de arte, incontaminadas y puras. Una mezcla entre la firmeza de una escultura y la suavidad inherente a las pinceladas de una pintura, en un equilibrio que recuerda la armonía de la naturaleza y que, como un fluido, se adapta perfectamente a su contenedor, embelleciéndolo con sustancia, grosor y valor.
INFO: Instagram/ @maxinealvarez